Es conocido que la reina de la mancomunidad británica Isabel II disfruta manejar y aunque el protocolo dice que donde quiera que vaya la reina, debe ser transportada por un chofer, siempre ha querido conducir cada vez que tiene la oportunidad.
También lo han querido así otros miembros de esta familia real. El príncipe Felipe condujo a los Obama cuando visitaron Londres, el príncipe Carlos se le ha visto conduciendo en varias ocasiones y sus hijos los príncipes Enrique y Guillermo también lo hacen. Este último hasta aprendió a conducir un tren en una prueba en noviembre de 2016.
La Reina –quien cumplió 92 años el mes pasado y es la única persona en el Reino Unido que no necesita una licencia de conducir– se le vio manejar hasta el año pasado uno de sus autos Jaguar. Poco antes se le vio llevar de paseo a Carole Middleton, la mamá de Kate Middleton, en una Range Rover de color verde.
Y es que aparte de poder conducir, es apasionada de los autos y fue mecánica de todo tipo de vehículo durante la Segunda Guerra Mundial. En 1952 fue llamada a tomar el lugar de su padre en el trono y probablemente desde entonces no volvió a tener grasa de autos bajo sus uñas.
Su pasión por los autos continuó toda su vida. Probablemente haya estado muy pendiente al lanzamiento de la nueva Rolls-Royce Cullinan y no debe sorprendernos ver alguna con el emblema de la realeza británica.
Dentro de su colección de autos ha tenido autos de la marca Rolls-Royce, Bentley, Jaguar, Land Rover, Aston Martin, Citroen, Mercedes-Benz, Daimler, Vauxhall y hasta autos americanos Ford y Lincoln.
Actualmente la Reina tiene en su garaje una SUV Bentley Bentayga 2016, dos limusinas Bentley State 2002 (creadas idénticas para ella y en el cual llegó a la boda de su nieto hoy), una Land Rover Range Rover Landaulet híbrida 2015 (con techo plegable para que ella pueda saludar), una Land Rover Defender 2002, un Rolls-Royce Phantom IV de 1950 (del cual solo se hicieron 18 entre 1950-1956), una carroza enchapada en oro (la Gold State Coach) de 1760 y una carroza Edward VII de 1902 restaurada en 1964. Ambas carrozas aún se utilizan en eventos especiales.

El vehículo más llamativo de la Reina Isabel II es sin duda este Gold State Coach de 1760
Esta última fue nombrada así por su bisabuelo (el hijo de la Reina Victoria) quien comenzó a modernizar toda la transportación real (militar y personal) durante su reinado desde 1901 hasta su muerte en 1910.
La Reina también adquirió un Aston Martin Volante DB6 de 1969, pero no para su uso personal, sino como regalo de su cumpleaños 21 para el príncipe Carlos. El auto fue convertido a combustible de bioetanol (hecho con vino) para reducir el impacto ambiental.
Un Jaguar Daimler V8 Super LWB de 2001 al que se le vio conducir en múltiples ocasiones tenía ciertas modificaciones como un gancho para colgar su cartera, un sistema de luces neón ocultas que encendía para identificación con el servicio secreto, un sistema de visibilidad especial en caso de un ataque con gases y a solicitud de la reina, canales de entrada de aire natural para percibir la naturaleza aún con los cristales arriba. Este modelo fue vendido en el 2013 en subasta por $40,500.
El Rolls-Royce Phantom IV fue el auto que transportó hoy a la nueva integrante de la realeza, Meghan Markle, acompañada de su madre Doria Ragland cuando Markle se dirigía a su boda con el príncipe Enrique.