Lo conocemos por muchos nombres: “Beetle”, Volky, Escarabajo o “el coche del pueblo”, pero no importa como lo llames, a este clásico, lo acompaña una larga historia detrás de su famosa armadura.
Fue diseñado por Ferdinand Porsche, el histórico ingeniero alemán, naciendo el primer prototipo en 1933 y desde ese entonces se convirtió en el vehículo récord en permanencia de producción y el que más fanáticos congrega a nivel mundial.
Se vendió en más de 140 países y fue fabricado en todos los continentes. Inclusive en torno a su producción se fundó la ciudad de Wolfsburg en 1938.
Este modelo fue producido en Europa (Alemania, Portugal, Irlanda, Yugoslavia y Bélgica), Asia (Indonesia, Malasia, Filipinas, Singapur y Tailandia), Oceanía (Australia y Nueva Zelanda), América (Uruguay, Perú, Venezuela, Brasil y México) y África (Nigeria y Sudáfrica).
Historia
Su historia comienza cuando Ferdinand Porsche decide fabricar un coche económico que fuera popular en una difícil época para el continente europeo, como fue la de entre guerras. Luego de que varios constructores rechazaran su proyecto, éste llegó a manos de Adolf Hitler, quien tenía entre sus planes lograr que el pueblo alemán estuviera motorizado. Tras reuniones mantenidas entre ambos llegaron al acuerdo de comenzar a fabricarlo.
El nuevo auto debía tener un diseño sencillo, una motorización fiable y sobretodo ser económico. En 1936 era presentado el prototipo definitivo con un motor 2T, pistón doblado, 4 cilindros contrapuestos, refrigerado por aire y una potencia de 23hp.
La clásica forma redondeada buscaba crear un diseño aerodinámico y un consumo bajo. En 1937 se lanza el tercer y último prototipo de pruebas y un año después se dio el visto bueno para que comenzara la fabricación en serie. El gobierno alemán prediciendo el éxito decidió construir una fábrica en el poblado de Wolfsburg, lo cual llevó a que una nueva ciudad se erigiera en su entorno.
En 1938 nace la clásica ventana partida que se bautizó como “pretzel” (tomando el nombre de una típica galleta alemana) y dio origen al Volkswagen Beetle Serie 38. Todo estaba listo para que el nuevo Beetle saliera a dominar las calles, pero el estallido de la 2da Guerra Mundial detuvo el proyecto y el auto fue destinado a funciones militares. Cuando la guerra hubo finalizado la fábrica se encontraba casi en ruinas y en poder de los ingleses. El coronel británico Ivan Hirst decidió que la fábrica debía ser revivida.
En 1948 la fábrica volvía a manos de los alemanes, tras haber sido recuperada por los ingleses (ya habían vendido 30,000 unidades), y su nuevo administrador pasaba a ser Heinrich Nordhoff, ex director de la fabrica de camiones de Opel. Fue éste quien dijo que el Volkswagen Beetle era un diamante en bruto que debía ser pulido, ya que pensaba que el modelo podía mejorarse ampliamente.
Siempre manteniendo las principales líneas de su diseño y la filosofía que encerraba, Nordhoff dirigió pequeños cambios y transformaciones que llevaron al VW Beetle a ser un vehículo más seguro y confiable, además de poseer una estética más moderna.
En 1953 se produce uno de esos cambios que marcan su evolución, cuando surge la ventana trasera oval para sustituir a la popular “pretzel”. En ese año también, el modelo ya había ingresado con notable aceptación al mercado norteamericano, entonces se decide montar una fábrica en Sao Paulo (Brasil) que sería la primera en montar íntegramente el modelo fuera de Alemania. En adelante fueron inauguradas sucesivamente diversas fábricas en puntos estratégicos del planeta y el Volkswagen Beetle fue copando los diferentes mercados.
En 1972 se alcanza la cifra de 15,007,034 unidades fabricadas, con lo cual se supera el récord que ostentaba el Ford T y se convierte en el vehículo más fabricado de la historia. En julio de 1974 era fabricado el último Beetle en la planta de Wolfsburg y el 19 de enero de 1978 salía de la planta de Emden el último Volkswagen Beetle ‘Made in Germany’. Sin embargo el modelo continuó con vida en las plantas de Brasil y México fundamentalmente.
Hacia 1995, el departamento de ingeniería de la planta Volkswagen en Alemania determinó el concepto básico del nuevo automóvil, mientras que en la armadora de Puebla, en México, se montaba la línea de producción. Este nuevo Beetle ofrecía diversos adelantos, ya que era un automóvil seguro, rápido, de potente motor y de alto rendimiento.
Finalmente, hacia 1998, nació el New Beetle que se conoció en el Detroit Auto Show, otro paso importante en la historia de la marca Volkswagen. Hoy el Beetle se sigue vendiendo en todo el mundo llevando consigo cerca de 80 años de historia.