A sus 90 años y recién cumplidos sus 65 años de reinado, Isabel Alejandra María Windsor, mejor conocida como la reina Isabel II del Reino Unido es una aficionada de los autos y aún le gusta conducirlos. Su colección sobrepasa los 10 millones de libras esterlinas (12.5 millones de dólares) pero no todos han sido adquiridos por ella o para ella.
El auto más antiguo que del palacio de Buckingham es un Daimler Mail Phaeton de 1900 con motor 2 cilindros de 1526cc. Es un auto muy parecido a una carreta de caballos de la época y tiene capacidad para 4 pasajeros. Este auto fue adquirido por el rey Eduardo VII quien era hijo de la reina Victoria y bisabuelo de la actual reina Isabel por vía paterna. Aunque no se ha visto a la Reina conducir este clásico, no deja de ser parte de su colección.
La Reina tiene otros autos que tampoco conduce porque fueron adquiridos para viajes oficiales. La flota oficial del estado tiene tres Rolls-Royce, tres Daimler y dos Bentley. Los Bentley sin embargo fueron especialmente construidos para la Reina. El Bentley Mulsanne es uno de los autos más largos de producción con 18.3 pies (5.58m) de largo. Los Mulsanne de la realeza son de 20.4 pies (2o.4m) de largo. La construcción monocasco aumenta la resistencia y también permite un mayor uso del espacio interior, mientras que las puertas traseras están abisagradas en la parte posterior para permitir que la Reina se levante derecho antes de salir y pueda bajar cómodamente.

La Reina Isabel II al volante y de pasajera la duquesa Catalina de Cambridge
Pero los autos que le gustan a la Reina no son los de la flota estatal. Sus favoritos son las Land Rover específicamente el modelo Defender que dejó de producirse en diciembre de 2015 (para el modelo 2016) después de 67 años de producción ininterrumpida. Se ha visto a la Reina varias veces conducir estas Land Rover de las cuales han pasado unas 30 por sus manos.
También gusta conducir su Jaguar Daimler V8 Super LWB del 2001. Este es un auto que a ella le gusta conducir alrededor de su propiedad en el castillo de Windsor. Aunque puede verse como un auto de producción normal, tiene detalles personalizados como un reposabrazos diseñado especial para que cuelgue su cartera, un sistema de entrada de aire fresco pero que no le de directamente a la monarca, un tapizado especial de lana de cordero que también utiliza la tapicería de los Bentley, luces especiales ocultas para que el servicio secreto la identifique y también para ofrecer visibilidad adicional en caso de un ataque del humo y un comunicador que le permite ponerse en contacto directamente con el Ministerio del Interior.
La marca Daimler en Jaguar no tiene nada que ver con Daimler-Benz o Daimler AG. Se utilizaba para destacar los modelos más lujosos de Jaguar. Cuando Ford era propietario de Jaguar dejó de utilizar el apellido Daimler. Tata Motors que ahora es dueña de Jaguar Land Rover Automotive tampoco la utiliza aunque tiene los derechos.
A la Reina también se le preparó una Land Rover Range Rover LWB Landaulet del 2015 con las puertas traseras que abren hacia atrás también y una base en donde ella puede pararse para salir por el sunroof y saludar de manera cómoda y segura. Esta SUV V6 turbo diésel híbrida de la realeza puede ser fácilmente identificado porque lleva un portaestandarte para la bandera real en el bonete.
A finales del 2015 la marca Bentley comenzó a producir sus SUV con el modelo Bentayga y la primera propietaria de una de estas SUV fue la Reina, también para su uso personal. La Bentley Bentayga tiene un motor Bentley W12 de 6.0 litros con doble turbo y tracción permanente en las cuatro ruedas. Un motor en V como el V6 por ejemplo, es como unir 2 motores de 3 cilindros. El motor W12 del Bentayga es como unir 2 motores de 6 cilindros en V con un ángulo menor entre pistones. Esto la hace la SUV más potente del planeta y la más cara también con un precio básico de $200,000.
Otro auto que adquirió la Reina fue un Aston Martin Volante DB6 pero no para ella sino para su nieto el principe Carlos cuando este cumplió 21 años. Con el tiempo el Principe mandó a cambiar el sistema de combustión a uno de bioetanol basado en vino. Es normal que los autos de la realeza son convertidos a biodiésel para hacerlos más amigables con el ambiente.
No nos debe impresionar que la Reina sea una aficionada de los autos. Antes de tomar el trono a raíz de la repentina enfermedad y muerte de su padre el rey Jorge VI la ahora monarca era una militar destacada en Kenia (cuando aún era colonia británica) en donde conducía y reparaba camiones del Ejército Británico.