Mucho se dice que para restaurar un auto clásico a veces se gasta más que comprando un modelo nuevo y esa opinión no está lejos de la realidad. Pero cuando se restaura un auto para exhibirlo o venderlo como artículo de colección hay que tener en mente muchos detalles. Algunos de ellos son:
- El valor del carro completamente restaurado
- El precio más bajo que podamos pagar para el auto que necesita repararse
- La calidad del auto que estamos adquiriendo
- Si los números de serie del motor y la transmisión parean con el número de serie del auto (“matching number”) y si estos se pueden restaurar
- La disponibilidad de piezas y paneles de la carrocería disponibles en el mercado
- La cantidad de modelos de ese auto producidos por año
Hay muchos fanáticos de autos clásicos que no quieren su “juguete de adulto” en un salón, sino para usarlo y disfrutarlo. Si queremos restaurar digamos un Chevrolet Camaro de los 60’s (67, 68 o 69) debemos saber que se produjeron 280,000 por año de los cuales unos 60,000 eran convertibles. Del año 68 por ejemplo se produjeron casi 7,199 Z28 cupé y uno solo convertible para el jefe de GM Pete Estes. Pues para no quedarnos sin nuestro Z28 convertible de 1968 sin sacrificar un Camaro original tenemos varias opciones.
Compañías como Cars, Inc, Real-Deal Steel, Year One y Dynacorn Bodies entre otras se dedican a la producción de estas carrocerías que mayormente se usan cuando el auto que se quiere reparar está en pésimas condiciones, aunque también venden piezas de reemplazo pequeñas como paneles, puertas, tapas de baúl, botenes, pisos, etc. La producción de estos autos completos no se limita al Camaro del 67-69. También podemos conseguir el hermano del Camaro, el Firebird de los mismos años que el Camaro, los famosos Tri-Chevy (Bel Air de 1955, 56 y 57), Mustangs de 1965 al 70, Challenger del 70, Chevelle del 70 y hasta cajas de pick-up Chevy del 47-54.
El costo de una reconstrucción de estos carros normalmente sobrepasas los $50,000 si consideramos que a una carrocería nueva le pondremos chasis, motor, transmisión y sistemas de frenos nuevos para poder conducir un auto nuevo con estilo clásico. Bien sea para recrearlo original o para hacer lo que se conoce como un “resto-mod” (restauración modificada), tener un carro clásico en óptimas condiciones es para una de dos cosas: recreación o inversión (o ambas), y si el dinero no es un inconveniente gastarse $50,000, $100,000 o hasta $200,000 por una máquina del tiempo puede ser algo divertido.
Sin duda el valor de un auto clásico construido nuevo tendrá menos valor que un original “matching numbers”, pero es bueno saber que al momento de disfrutar un clásico las personas que nos ven y nos saludan no están interesadas en los detalles de su producción.
